9.7.08

Adaptación

En la literatura, ya en la actualidad, no hablamos de creación pura. Las ideas se absorben, se mezclan, se recrean. Las historias pasan por muchos oídos y muchas bocas a lo largo del tiempo, tomando los tintes de cada época o de cada país. El que lea un poco de literatura antigua puede seguir el trazado de las historias y las ideas, como se van enriqueciendo y como van mutando, lo que es muy interesante. Los poetas de la antigüedad sabían que sólo se puede transmitir el mensaje si se adorna, si se le ponen personajes verosímiles en situaciones reveladoras, y, para cumplir esa misión, tomaban historias de aquí y de allá, tomaban prestados los nombres de reyes, explicaban los nombres de los lugares, vestían los relatos poniendo capa sobre capa. La función poética se cumple cuando el mensaje llega, con intensidad, con emoción y, con claridad, con pureza. Hace falta siempre un medio. El medio es el relato.
Los textos de las religiones son relatos, son literatura antigua, son una elaboración poética de un mensaje. No se puede transmitir nada en abstracto. A un hombre hay que hablarle con lenguaje humano. El problema es cuando sólo queda la superficie, cuando se descarta lo metafórico y entramos en lo literal es cuando perdemos el fondo, lo más importante, el objetivo para el cual el relato se escribió. A estas alturas el empeño de defender que los textos religiosos son literales, una creación pura, en el vacío, no escrita por los hombres de una sociedad concreta, de un tiempo concreto, de unas tribus concretas en un paisaje concreto... Debería parecernos absurdo. El judaísmo está tan marcado por las condiciones sociales que vivío el pueblo judío en la antigua como la mitología griega lo está del pensamiento griego, como la celta lo está de su tradición guerrera o como la egipcia de su esoterismo. El cristianismo nació en el seno de la sociedad judía, ¿qué esperaban?


"Ante una expectación académica más propia de las películas de Indiana Jones, Knhol presenta su hallazgo: la interpretación de una palabra clave en la línea 80 de las 87 de la piedra que contiene la que se conoce como 'revelación de Gabriel', defendiendo que la idea de la muerte del mesías y su revelación a los tres días es anterior a Jesús.

Revela que los judíos ya creían antes en la llegada de un mesías resucitado. "Existe la posibilidad que la profecía de la muerte y resurrección asociada a Jesús después de la crucifixión existiera antes por lo que éste podría haber estado influido por estas teorías en el judaísmo", explica Knhol, un poco abrumado ante la expectación creada. "No deseo ir contra ninguna religión ni muchos menos contra los cimientos del cristianismo", comenta intentando reducir el impacto de sus palabras y de la palabra descifrada.

El texto en la tabla de piedra caliza gris es en gran parte ilegible costando grandes esfuerzos a los expertos descifrarla. En una fotocopia del documento que nos entregan en la sala del Museo, se puede leer el término 'shlosha yamin' (tres días) seguida de una palabra prácticamente borrada pero que según Knhol es la palabra hebrea 'hayé', que significa 'vivir'. El texto —visión apocalíptica escrita en el siglo I antes de Cristo— indica que el arcángel San Gabriel resucitará tres días después de su muerte al "ministro de ministros", (en la tradición judía se aplica al mesías), en referencia a un líder local (Shimon).

"Yo identifiqué una idea judía no reconocida anteriormente, que la sangre del mesías es necesaria a fin de lograr la redención nacional. La idea de un torturado mesías que fue resucitado tres días después de su muerte fue adoptada por el judaísmo antes del nacimiento de Jesús. Las ideas principales del mito de Jesús existían en el judaísmo", comenta ante un silencio sepulcral. "El relato es muy parecido a lo que luego explica el Nuevo Testamento sobre la resurrección de Jesús", explica un ayudante en la sala.

En la conferencia internacional sobre los Manuscritos del Mar Muerto, Knohl reconoce que el análisis que hace del texto en hebreo antiguo de esta estela descubierta hace ocho años en la zona del mar Muerto, "puede cambiar la visión que todos tienen del personaje histórico de Jesús".
Su interpretación tambalea viejos debates entre el judaísmo y cristianismo, religión que se basa en el fundamento que Jesús era el mesías que murió y resucitó tres días después. Una premisa que según el investigador ya existía previamente en el judaísmo que nunca ha considerado a Jesús, uno de los suyos, como "el redentor o hijo de Dios".

La nueva interpretación de Knhol está provocando polémica, dudas y precaución. En declaraciones a la agencia EFE, el director del santuario del Libro y conservador de los Rollos del Mar Muerto, Adolfo Rotiman, comenta: "Estamos en el comienzo, en la investigación académica alguien propone y después se abre el debate, por lo que sugiero paciencia antes de sacar conclusiones y titulares grandiosos". Aunque reconoce: "Ha habido una lectura muy creativa, quizas osada".

Pero en muchos foros de Internet, no hay paciencia. La realidad virtual exige reacciones inmediatas. El debate se ha encendido. Hay algunos que escriben que "es la prueba que era una leyenda antigua que los cristianos posteriormente adoptaron y aplicaron a Jesús". Otros responden que "la interpretación de Knhol no es fiable ya que es difícil sacar conclusiones de una linea escrita en una tabla tan vieja y deteriorada".

(información de http://www.elmundo.es/)

El otro día preguntaba a un amigo "¿cuándo dejaste de creer?" y me dijo "cuando empecé a estudiar historia". Yo pienso que la historia, la ciencia, la artes, etc. no son incompatibles con Dios. Pueden ser completamente compatibles, de hecho, puede que los unos no tengan sentido sin los otros, siempre que lo importante sea el fondo y no la forma. Para algunos, Dios es "el pegamento que lo mantiene todo junto". Esto, claro, no me lo enseñó Bono, sino el paso de los años, pero es verdad que fue él, poeta, quien me lo puso en palabras:


Summer stretching on the grass
Summer dresses pass
In the shade of a willow tree
Creeps a-crawling over me
Over me and over you
Stuck together with God’s glue
It’s gonna get stickier too.
It’s been a long hot summer
Let’s get under cover
Don’t try too hard to think
Don’t think at all.

I’m not the only one
Staring at the sun
Afraid of what you’d find
If you take a look inside.
Not just deaf and dumb
I’m staring at the sun
Not the only one
Who’s happy to go blind
.



Espero que este hallazgo arqueológico abra una nueva etapa para la interpretación de los textos religiosos, en lugar de abrir una brecha irresoluble entre los fanáticos que tienen que creerlo todo al 100% y los que no creen en nada en absoluto. A mi parecer, esto sí que no ayuda a nadie.

Por otro lado, han descubierto que la Loba Capitolina no es etrusca sino medieval. Léelo aquí.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy interesante tu artículo, Kitiara, de acuerdo en que defender que los textos religiosos son literales es absurdo y además hace un flaco favor a la religión.
Yo no soy "creyente"(¿a qué llamamos ser "creyente", por cierto?), pero creo que se puede creer en un Dios, Demiurgo o como se le quiera llamar sin necesidad de recurrir a ningún libro sagrado o dogmas establecidos..