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14.4.09

Bibliografía celta

A petición de algunas personas que querían saber más sobre los celtas, he seleccionado esta pequeña lista, donde hay poco sobre Irlanda y bastante sobre los pueblos celtas en general, con una sección amplia de libros en español. Son facilitos de localizar:

Historia y cultura:

The ancient celts – Barry Cunliffe (historia general de los pueblos celtas. Muy bueno)
The celtic realms – Nora Chadwick, Myles Dillon (autoridades en el tema)
The celts, an illustrated history (intro pequeña y fácil) – Helen Litton

Literatura:

The Táin – Thomas Kinsella (trad.) (historia de El robo de ganado de Cooley, cumbre de la literature clásica celta/irlandesa. Perteneciente al ciclo del Ulster).

Gods and fighting men – Lady Gregory (trad.) (incluye el ciclo mitológico de los dioses y el ciclo ossiánico o de Finn y los fianna)

Tales of the elders of Ireland
– Ann Dooley & Harry Roe (trads.) (colección de historias que narran los viajes de San Patricio junto a Oisín y Caílte, dos guerreros de la edad antigua).

Early Irish myths and sagas – Jeffrey Gantz (más cuentos)

En español:

La mitología celta: raíces y símbolos mágicos – Jesús Avila Granados (Lo mejor en español para empezar con los celtas. Historia, religión, mitos, geografía, costumbres... Con bastante información sobre los celtas en España. Este libro lo conseguí hace poco y tiene muy buena pinta. Lo revisaré próximamente).

Druidas, dioses y héroes de la mitología celta – Anne Ross (muy buen libro, fiel y para todas las edades, con grandes ilustraciones, perteneciente a la antigua y excelente colección de mitologías de Anaya).

Druidas, el espíritu del mundo celta – Peter Berresford Elis (este autor no es muy fiable, pero el libro es aceptable)

Libro de las invasiones de Irlanda – Manuel Alberro (el ciclo de los dioses irlandeses. Este autor es muy bueno).

Leyendas celtas en la literatura irlandesa – Ramón Sainero (adaptación. Es mejor acudir a las fuentes en inglés, aunque este autor es fiable. Este libro lo compré en el Museo arqueológico de Madrid).

Cuentos celtas – Joseph Jacobs (cuentos populares, más centrados en folklore posterior que en los celtas en sí, contiene varias fábulas).

Fionn y los fianna, la cofradía de jóvenes guerreros celtas – Alberto Manuel (este libro es nuevo y no lo tengo aún. Lo revisaré próximamente. Para un libro excelente sobre el tema: The wisdom of the outlaw, de Joseph Falaky-Nagy).

Mitos celtas – Miranda Green (una autoridad. Este libro debe ser la traducción a España de The gods of the celts).

Diosas celtas – Manuel Alberro (no lo he leído todavía, pero la pinta es excelente. Leí de este hombre el artículo “Las tres leyendas célticas de Macha” y era muy bueno. Lo revisaré próximamente).

Immrama echtrai: los viajes celtas al otro mundo – Manuel Alberro (ídem. Para una tesis excelente en inglés sobre este tema: The voyage to the otherworld island in early irish literature, de Christa Löffler).

Ficción histórica:

Saga de Boudica, Reina de los celtas – Manda Scott (4 libros, versión bastante libre sobre la vida de la famosa reina, icono revolucionario de los ingleses, con estatua incluida frente al Big Ben. El ajuste al personaje histórico es relativo, pero el estilo y la recreación / investigación son excelentes).

Coña: Esos degolladores celtas – Terry Deary (de la aclamada serie Horrible Histories. Bien investigado, pero presentado en tiras cómicas).

Atlas: The historical atlas of the celtic World – John Haywood


28.4.08

Cú Chulainn y Ferdia, cúlmen de la épica irlandesa


Sería más fácil decir “sin palabras” pero entonces no diría nada y este post sería muy corto y la verdad es este libro merece un post más largo.

El combate entre Ferdia y Cú Chulainn yo diría que es la pieza principal de la épica irlandesa, unas diecisiete páginas extraordinarias. Todavía me parece sorprendente que algo que tiene tantos años pueda ser a la vez tan intenso, tan cercano y tan poético.

Dicen los estudiosos que los relatos de la épica celta siempre tratan de conflictos de lealtades enfrentadas y, en este caso, ese conflicto es cósmico, sobrehumano, propios de los héroes inmensos que son los dos contrincantes.

El combate en sí es titánico, nada que envidiar al conflicto Aquiles-Héctor (sin duda los que lo han puesto en palabras conocen a Homero de primera mano) pero el conflicto no tiene nada que ver pues los dos griegos son representantes de sus respectivos ejércitos y no se deben lealtad más allá del fair-play. Cú Chulainn y Ferdia son nada menos que hermanos adoptivos, en este caso, compañeros de entrenamiento desde los siete años.

Como se puede el lector imaginar, en el relato no nos esperan sólo unas bofetadas colosales sino también tormentas enteras de dudas, sufrimiento y culpabilidad. Es fascinante cómo, a la caída del sol, después de la señal de tregua (un abrazo y tres besos) los dos guerreros pueden volverse a ver desde la perspectiva del corazón y no del deber y cómo se recuerdan mutuamente, durante todo el combate, aquellos buenos tiempos, cuando éramos pequeños e íbamos a enfrentarnos a la gente por ahí.

Las descripciones, como en todo el conjunto del libro (el combate con Ferdia es sólo el clímax) son de una imaginación y unos detalles maravillosos. Dicen los estudiosos que, para describir al héroe Cú Chulainn, los poetas se inspiraron en el paso de cometas y en verdad que el protagonista parece un fenómeno celeste de tanto fuego, luz, colores y nimbus, o halo heroico, como tiene a su alrededor. Cú Chulainn es caracterizado durante toda saga como un metamórfico, es decir, puede cambiar su aspecto y convertirse en un monstruo cuando le posee su “furia de batalla”, que le convierte en una especie de guerrero en trance o de berserker que escapa al control de sí mismo. Una de las grandes joyas es las descripción (varias páginas) de las transformaciones del héroe desde su forma más monstruosa a la más bella (¡sólo por esas páginas merece la pena todo el libro!). La descripción de las armas, de sus ropas, etc. son también de una fantasía y espectacularidad que van más allá del manga o de la ciencia ficción. Una historia trágica y emocionante.


La isla de Skye, dominio de Scáthach y lugar de entrenamiento de Ferdia y Cú Chulainn


Voy a traducir un fragmento pequeño, sin spoilers, con fines meramente descriptivos para dar idea de las dimensiones de tal encuentro:

El enorme alto héroe se inclinó sobre Ferdia, vasto como un gigante fomoriano o como un hombre del reino del mar. Lucharon juntos tan cerca que sus cabezas se tocaron en la cima y sus pies en el suelo y sus manos en el medio alrededor de los bordes y los pomos de sus escudos. Tan cerca lucharon que sus escudos se partieron y estallaron desde el borde hasta el vientre: tan cerca lucharon que sus lanzas se combaron y se colapsaron, gastadas desde la punta hasta los remaches: tan cerca lucharon que los bordes de los escudos y los puños de las espadas y los cuerpos de las lanzas gritaron como demonios y goblins de la cañada y arpías del aire: tan cerca lucharon que sacaron el río de su curso y fuera de su lecho dejando un espacio seco en mitad del vado tan grande como para que cupiera el último montículo funerario de un rey o de una reina.

Este combate forma parte de un relato llamado Táin Bó Cuailgne o “El robo de ganado de Cooley”, la madre de todas las guerras irlandesas, dentro del ciclo de relatos del Ulster, que se sitúa en el siglo I aunque su paso al papel es, como no podía ser de otra forma, medieval.


La fiera reina-guerrera Medb, de Connacht, enemiga de Cú Chulainn


The Táin es una edición barata, de bolsillo y que es una auténtica joya para todo el que le guste este género. Recomiendo leerlo con cuenta gotas y sólo en momentos de total soledad y concentración, si se quiere ante un paisaje espectacular o con la BSO de Gladiator de fondo (dura más o menos lo mismo que se tarda en leer y además el tono de las canciones le va perfecto a las partes). Recomiendo la versión de Thomas Kinsella, que se puede comprar en Amazon. No sé si habrá alguna traducida al español, lo que sería aún más recomendable pues es mejor entender palabra por palabra. Hay una versión de Ciarán Carson nueva, pero esta no es la que yo tengo, dicen que está más adaptada y es ligeramente menos fiel en la traducción, menos arcaica, pero ya que te metes....

Una experiencia muy recomendada para todos aquellos que quieran saber más de Cú Chulainn (y de su terrible arma secreta, la imparable gae bolga), que derrotó a todas las provincias de Irlanda (excepto el Ulster, que era la suya propia) ¡sin ayuda ninguna!




Aquí, el joven Sétanta obteniendo su nombre legendario, Cú Chulainn (el perro de Culann) al derrotar al susodicho (la pelota de hurling le entró al perro por delante y le salió por detrás)

28.3.08

En busca de Camelot


Se piensa que el TOR de Glastonbury es la colina sobre la que en otro tiempo se asentó la famosa Camelot (el hillfort se ve muy bien desde arriba, con Google Earth).
Como se sabe son muchas las diferencias entre el Arturo medieval que ha pasado a la posteridad y el que se cree que pudo ser el rey que le sirvió de base histórica, gobernante de un pequeño reino parecido a los túatha irlandeses, habitando una construcción de madera y rodeado por una banda de guerreros fieles al modo de los fianna del ciclo feniano. Una figura no muy alejada del Coroticus que aparece en los escritos de San Patricio, saqueando las costas irlandesas o de Ingcél
Cáech, hijo de un rey de los britanos, que iba saqueando territorios vecinos en la propia Albión.

Ahora bien, pese a lo diferente, el ciclo de leyendas artúricas condensa un gran número de mitos que son herencia directa de sus antecesores celtas o que son similares en otras culturas indoeuropeas. Su concepción se produce en extrañas circunstancias y mediante el engaño y luego pasamos a su adopción y crianza desconociendo su orígen (¿quién no recuerda al muchacho de Merlín El encantador?). Pues bien, este hijo famoso, de ascendencia principesca, que acaba entre porqueros o campesinos para recuperar luego su justo lugar (se le reconoce por marca de nacimiento, revelación mágica, reacción de la espada en su mano, reacción de la puerta que se le abre...) se nos aparece innumerables veces en las historias irlandesas (Cormac Mac Airt), griegas (Zeus, Edipo, Hércules), romanas (Rómulo y Remos), vidas de santos (ya hablaba del caso de San Ailbe en el post de Santos guerreros) e incluso en reelaboraciones posteriores como las de Tolkien (Aragorn o Túrin, que pasan su infancia entre extraños, ocultando su origen) o Disney (La Bella Durmiente).
Además de este mito tan interesante, tenemos otros clásicos, como el triángulo de la traición de la esposa con el joven guerrero (Diarmuid y Gránnia, Deirdre y Naoise o Tristán e Isolda) y el viaje a las islas del más allá.


La actual Abadía de Glastonbury se asienta sobre construcciones muy anteriores. Se dice que podría ser el lugar donde está enterrado Arturo (vaya tontería, todos sabemos que sigue vivo en Avalón, esperando el momento de regresar) y también donde podría estar enterrado Palladius, primer obispo de los irlandeses (antes que San Patricio) y conocido como Senex Padrig (Patricio el Viejo) en los anales.

Aquí el castillo de Pembroke, en Gales (la región con mayor número de castillos por kilómetro cuadrado del mundo), que es como solemos imaginarnos Camelot. Abajo, cisnes retratados por Eladio, maestro de la luz y la composición :P


13.2.08

La bebida de las manos de mi amor

El símbolo tradicional de recibir la bebida de manos de la amada aparece muchas veces en las leyendas de origen gaélico y está relacionada con la idea de la soberanía. Recientemente hemos podido ver este gesto en Beowulf (la bebida servida en la copa de oro por la reina Wealthow) o en El señor de los anillos (cuando la sirve Eowyn a Aragorn).



El nombre de Mebd, que es la diosa de la soberanía de Tara significa "la que intoxica", la que emborracha. De su nombre parece que proviene el de "mead", hidromiel. Es la diosa (representación de la tierra) que ofrece el vino o el licor a los gobernantes, que son sus consortes mortales. El acto de que la reina ofrezca al rey la copa forma parte de los rituales de inauguración reales de la antigua Irlanda y contribuye a situar al rey en su papel simbólico, a medias entre la tribu y los dioses.

Este gesto nos aparece también representado, por extensión, en la leyenda de Tristán e Isolda (de origen gaélico, por transformación de la de Diarmuid y Gránia), con un significado muy distinto, pues aquí es un filtro de amor el que, involuntariamente, se está compartiendo.

Os dejo con esta canción de Transatlantic Session, con Julie Fowlis y en su original en Gàidhlig (Scottish Gaelic) y la traducción debajo, en cursiva. No la puedo incrustar, así que seguid el link ;), es muy bonita, merece la pena:

Biodh an deoch seo 'n làimh mo rùin (The drink would be in my love's hand)

http://ie.youtube.com/watch?v=MnBBQ-_D2Hc

Òladh neo na òladh càch i
Whether he or the others were drinking
Biodh i làn aig ceann a' bhùird
There would still be plenty on the table

Sèist:
Chorus (after each verse):
Biodh an deoch seo 'n làimh mo rùin
The drink would be in my love's hand
Deoch slàinte le fear an tùir
Here's a health to the chief
Biodh an deoch seo 'n làimh mo rùin
The drink would be in my love's hand

Chunnacas bàt' air an fhairge
A boat was seen on the waves
'S an làimh dhearg air an stiùir
And the red hand at the helm

Chunnaic mi dol seach' an caol i
I saw it passing through the straits
'S badan fraoich 's an t-slait shiùil
With a clump of heather on the sail-yard

Fhir a chunnaic air an t-sàil i
You who saw her out at sea
Beannaich an long bhàn 's a criùdh'
Bless the fair ship and her crew

Beannaich a cruinn àrd 's a h-acfhuinn
Bless her high masts and her equipment
A cuid acraichean 's a siùil
Her moorings and her sails

Ged a tha mi 'n seo an Colla
Though I am here in Coll
B' e mo thoil a dhol a Rùm
I long to go to Rhum

Agus as a sin a dh' Uibhist
And from there to Uist
Nan d' fhuair mi mo ghuidhe leam
Were I to get my wish

26.11.07

Hombres voladores

Desde hace poco seguimos la serie Héroes y me ha llamado la atención que varios de los personajes principales masculinos tienen la habilidad de volar. Nathan Petrelli, es el "flying man" más importante de la serie, mientras que Peter, su hermano, aprende esta habilidad en primer lugar. Ahora, a una de las chicas principales le buscan un novio, alguien que sea encantador, y la opción elegida es otro chico volador. Y es que, según nos enseña la historia del pensamiento, la habilidad de volar parece un atributo principalmente masculino.
Los ángeles se suelen representar más bien como hombres que como mujeres (¿alguien recuerda algún ángel "femenino" en la Biblia?), Ícaro era un hombre, Eros, el dios del amor, también. Supermán, uno de los iconos más importantes de la mitología moderna, es el heredero más claro de toda una serie de hombres voladores.

Puede que la asociación tradicional del hombre con el cielo y la mujer con la tierra (la madre tierra de siempre) que subyace en múltiples culturas (la celta entre otras) sea una manifestación más de la necesidad del hombre de llevar a los mitos su supremacía social sobre la mujer, pero llevo mucho tiempo fijándome en los mitos sobre mujeres fatales y es curioso que, cada vez que a una mujer, en el mundo del folklore y la cultura clásica, se le da la capacidad de volar, nos sale una bruja (heredera directa de Lilith y símbolo de la mujer que se aparta de la sociedad tradicional para llevar una existencia según sus propias normas), una harpía o una esfinge... Hasta Wonder Woman, en sus inicios en el mundo del cómic, necesitaba de un avión invisible para volar, debido al miedo que tenían sus creadores a permitir que volara por sí misma. La única que vuela es Supergirl, una especie de "costilla" del hombre de acero ¿Es esto un residuo del miedo del hombre universal por perder el control dentro de la pareja? Yo diría, que, como resulta con todas las mujeres fatales, la mujer alada es toda una amenaza a este "armonioso" conjunto. Nut, la diosa egipcia del cielo, es el único ejemplo que se me ocurre ahora mismo sobre "mujeres celestes".


En el análisis de la sociedad tradicional, la mujer está atada a la tierra (o a la casa, vaya), tiene su papel de organizadora y su misión de mantener el orden, la base, la familia, mientras que el hombre tiene la capacidad de auparse sobre esta base, de volar con la imaginación o con la mente, ser el creador terreno, a semejanza de los dioses, el ingeniero, el inventor, el viajero, el piloto. El hombre tendría, así, la misión de avanzar.
La visión de una mujer que vuela sola es más feminista, más agresiva, es la visión de la mujer que sabe conducirse por sí misma en el vasto espacio que es el cielo (la Wonder woman de ahora está más acorde con los tiempos, se la ve más masculina que la dulce Diana Prince de sus inicios, aunque ésta ya naciera con vocación liberada).

En cambio la visión de la mujer que vuela gracias al hombre volador (ya sea piloto o superhéroe o bien un Perseo que se haya conseguido un Pegaso de última hora, unas sandalias con alas, etc.) es más tradicional y tiene un lugar preferente en el imaginario romántico femenino, relacionándose con el mito del príncipe azul, el amor platónico y hombre semidivino. Los atributos de más rápido, más fuerte, más alto, más lejos no son exclusivos de Supermán sino que se repiten como asociados a la virilidad a lo largo de miles de años.

Aunque muy pasada de moda, la escena del primer vuelo entre Lois y Clark en el primer Supermán ejemplifica esta idea. Teniendo en cuenta que Lois siempre ha sido una mujer independiente y liberada, nos podemos hacer una idea de cuánto ha evolucionado la posición de la mujer en la sociedad. Una Lois como la que representa aquí no sería posible actualmente, pero lo bueno de esta pareja es que, desde que nació a principios del siglo pasado hasta ahora, va evolucionando con los tiempos.

http://ie.youtube.com/watch?v=EuY94VrL2y0


Por último os dejo con videos de las últimas versiones de este mito universal en Superman Returns y Héroes y un listado de canciones para los que se animen a volar (juntos o por separado):



Fly me to the moon (Diana Krall)
Let´s fly away (Michael Bublé)
I´ll fly with you
(Gigi D'Agostino)
Fly me away (Goldfrapp)
I´ve been high (REM)





31.10.07

Feliz año nuevo celta

Esta noche, como alguno sabéis, es la noche de Samain, que no pertenece ni al año nuevo ni al antiguo, así que todo puede pasar. No permanezcáis muy cerca de ríos, lagos o costas, puesto que son portales al Otromundo, de donde pueden salir criaturas extrañas, del mundo de las hadas (sidhe). Los muertos también suelen aparecerse y suelen tener sed, así que quizás os pidan que los remolquéis hasta el río más cercano para beber. Mucho ojo, podéis llevar ramitas de sauce o de otros árboles protectores.
También se os puede aparecer la Púca, el caballo negro fantasmal, para llevaros en su lomo hasta los reinos subterráneos, bajo las colinas de Irlanda. Existen varios reinos de los sidhe, y los antiguos celtas tuvieron ocasión de vislumbrar alguna de sus tierras. La más famosa de ellas es Tír Na Óg, o Tierra de la Juventud, que está en el Oeste, más allá del mar, equivalente al Avalon de Arturo o a las tierras imperecederas de Tolkien.
Todos los sacrificios, ofrendas y purificaciones son especialmente bien recibidos por los dioses en esta noche. Morrígan y Dagda estuvieron juntos en el primer Samain, sobre los ríos irlandeses, formando un vínculo de prosperidad para el futuro de esas tierras. Cuidado con las hogueras, que no estamos en Irlanda y el clima está muy seco.

Samain es el mes de las bodas, los tributos, las ferias, los contratos y la gran oenách, que reúne a parientes, amigos, señores y vasallos. Algunas de estas asambleas son especiales, celebradas cada tres o cada siete años, son motivo de grandes festines, así que sed generosos y hospitalarios con vuestros invitados, pues estas son imprescindibles leyes de comportamiento en la sociedad celta y si las desobedecéis los poetas os satirizarán y podéis enfermar o incluso morir a causa de las malas palabras. No se debe negar cobijo a los viajeros en la noche de Samain.

No es necesario disfrazarse o maquillarse, pero podéis hacerlo si queréis despistar a los espíritus.

Suerte a todos en vuestro nuevo año celta, que empezará al amanecer de mañana (los días celtas normalmente empiezan al anochecer pero esta noche está fuera del tiempo y del espacio. Disfrutadla).



Cashel de los reyes, en Samain

9.5.07

Diarmuid & Grania


Nota: El siguiente cuento es un extracto de la leyenda de Diarmuid y Grania, del ciclo feniano, una de las sagas más importantes de la mitología celta. El capítulo 1 lo he reescrito a mi manera, intentando seguir el estilo de las sagas (un poco "de oídas", como debía hacerse realmente), el capítulo 2 lo he escrito en un estilo más contemporáneo e introspectivo para poder ahondar un poco en los personajes y el capítulo 3 lo he traducido literalmente de las "fuentes", en este caso de la ed. de Lady Augusta Gregory (s.XIX). Lo que aparece en cursiva esta extraído directamente de ésta. Como sucede con todas las leyendas, existen varias versiones de esta historia. Ésta es sólo una de ellas.

Dedicado a Luis Tolkien, (Leprechaun's Hole)

CAPÍTULO 1 – Como toda la vida en un día


Ahora bien, todos los asistentes parecían felices en el fuerte de Fionn y estaban allí los mejores de los Fianna y las más hermosas mujeres de toda Irlanda. Todos estaban felices excepto Grania, hija del rey Cormac, que sentía la sangre en su corazón amarga y vuelta contra Fionn, pues era su prometido para ella como un leño sin savia que desea adherirse a la hiedra joven y compartir su fuerza ascendente, viejo y gris como piedras que envidian al río y su corriente, pero no pueden alcanzarlo en su transcurso.

Los Fianna se encontraban entonces reunidos a la mesa festiva, los más poderosos y admirados de ellos. Y de entre todos había uno que tenía un azul brillante en los ojos y los cabellos oscuros le nacían bajo un casco que siempre llevaba ceñido sobre su frente y Grania ya se había fijado en él y en su figura apuesta durante la mañana, porque había marcado tres goles en el partido de hurling.

- ¿Quién es el hombre de las dulces palabras, con el pelo oscuro y las mejillas del color de la baya de serbal? – preguntó Grania al druida de Fionn.
- Ese es Diarmuid, nieto de Duibhne. Y dicen que es el mejor amante de toda Irlanda.
- Esa sería una buena compañía – dijo Grania.


Y le pareció a Grania que cuando él hablaba era como si una ola acariciase la arena de una playa, y así como se observa el vaivén del mar, interminablemente, así le observaba también ella, fascinada.

Ahora bien, la razón para que el casco estuviera siempre ceñido sobre su frente era que Diarmuid tenía una marca, un lunar que la Juventud había puesto sobre él, y ninguna de las mujeres que la veían podía evitar darle su amor. Y por eso él la llevaba siempre oculta y a salvo de todas las miradas.

Pero justo al término del banquete, los perros comenzaron a pelearse fuera, a causa de la carne que les habían echado, y Diarmuid salió fuera para separarlos y Grania le siguió sin que nadie lo supiera. Y cuando él estaba separando a los perros, el casco se le cayó y Grania, que le estaba mirando, sintió toda la vida en un solo día y se enamoró de él hasta el final de la vida y el tiempo y fue incapaz de darle su amor a ningún otro que no fuera él.


CAPÍTULO 2 – El agua es más osada que tú


Diarmuid se levantó muy temprano en la mañana y se acercó a la orilla del río. Llevaban muchos días de viaje, no podía ya recordar cuántos. Sentía nostalgia de ver a su gente y a sus camaradas, los mejores de entre los Fianna, sus queridos amigos Oisín y Osgar y Conan y Caoilte, por quienes había derramado lágrimas del tamaño de bayas silvestres al despedirse.

Acarició su espada, cuyo único oficio era ahora el de proteger a aquella mujer y a sí mismo del que una vez fuera su líder: el hombre al que había jurado lealtad, su amigo… Fionn el poderoso, devorado ahora por celos que eran como púas venenosas en el lomo de un jabalí encantado, lanzado en pos de ellos en una persecución interminable.

No había sido culpa suya, no tenía nada que reprocharse a sí mismo, era evidente para todos los Fianna. Grania había impuesto inquebrantables lazos druídicos sobre él, votos para los que no había resistencia posible. Sus propios amigos le habían recomendado la fuga ante la fuerza de aquéllos, pero no dejaba de ser una traición mayúscula contra el que fuera su protector y capitán.

Tomó el pan sin romper y la carne sin tocar y las depositó cuidadosamente donde sabía que Fionn y los Fianna, en su persecución, podrían encontrarlos. Al menos podía seguir haciendo aquello. Dejar aquella señal de lealtad a Fionn, aquel signo de que no había tocado a su prometida. Grania podía forzarle mediante sus malos vínculos a que la llevase lejos del reino, en una huída desesperada y sin final, pero no podía obligarle a nada más. Y él ya le había advertido que no era como esposa que se la llevaría. Al menos le quedaba eso.


Grania le miraba mientras hacía esto, desde la otra margen del río, y se llenaba de sentimientos contradictorios hacia él. La lealtad que Diarmuid le profesaba a Fionn se interponía entre ellos cortante como el borde de un acantilado, que impide abruptamente el beso de la ola y la arena y endurece a las dos partes, convirtiendo a la tierra en roca áspera y al mar en un violento romper de espuma blanca. Cada noche él le preparaba una cama en mitad del bosque, bajo los cromlechs o en las copas de los abedules, cada noche más hacia el oeste, más lejos de Tara y de los punzantes celos de Fionn, pero jamás se quedaba a su lado, jamás sus dedos habían tenido intención de recorrer el cuerpo de ella, virgen todavía, y aquello la atormentaba y su corazón era víctima de una gran pasión por él.

Pasaron la mañana caminando trabajosamente por la orilla opuesta del río; cambiarse de margen hacía su rastro más difícil de seguir para su perseguidor, y se detenían a descansar cuando Grania ya no podía continuar del agotamiento.

Viéndola reposar allí, extenuada sobre la roca, Diarmuid recordó las penurias de las últimas semanas. Las veces que la había salvado de la furia de los Fianna, de los perros asesinos de Fionn, la cantidad de buenos hombres que habían tenido que caer para evitar que ella se viera obligada, en el mejor de los casos, a cumplir un destino que aborrecía al lado del anciano capitán. Protegerla, alimentarla, conseguirle refugio, se había convertido en la única razón de su existencia. Él que en otro tiempo se había dedicado a emprender hazañas guerreras, a servir a Irlanda y a hacerse un nombre entre los guerreros, consiguiendo contarse entre los mejores de ellos a pesar de su juventud, ahora pasaba los días y las noches pendiente de una sola mujer, indefensa como una cierva huyendo de perros cazadores. Grania era hermosa y joven. No tenía culpa. Había visto la marca de amor en su frente y eso era lo que la había llevado a cargarle con aquella maldición: la del exilio perpetuo, la tristeza apátrida, la separación de todo lo que él amaba. Y eso la incluía a ella misma, que se estaba haciendo dueña de su corazón lentamente pero que debía permanecer lejos, como un destino inalcanzable.

Grania entonces terminó de cruzar el río de vuelta, pues ya era mediodía y era entonces cuando solían cambiarse nuevamente de margen para comer, y cuando estaba terminando de cruzar sobre un leño, la corriente de agua le salpicó los muslos.

- Mira, el agua es más osada que tú – le reprochó ella. Y él no le devolvió respuesta pero por dentro sentía encender su sangre contra ella porque no era por falta de deseo que no la hacía suya, sino por lealtad y respeto al que hubiera sido su capitán y, que ahora, por ella, se había convertido en enemigo.

Pescó salmón para comer, lo limpió y lo puso a asar mientras que la princesa descansaba y en toda la comida no se dirigieron una sola palabra.


CAPÍTULO 3 – La discusión


Y entonces ella y Diarmuid marcharon otra vez y pararon por un tiempo en una cueva que estaba cercana al mar.

Y aquella noche, cuando estaban allí, llegó una gran tormenta, así que fueron a la parte más lejana y profunda de la cueva. Pero aunque la noche era muy mala, uno de los hombres de los Fomor, Ciach el fiero era su nombre, llegó desde el oeste del océano en un currach, con dos remos y paró en la cueva para refugiarse. Y Diarmuid le dio la bienvenida y se sentaron juntos a jugar al ajedrez. Y (Ciach) consiguió lo mejor de la partida y lo que pidió por sus victorias fue a Grania por esposa, y puso sus brazos alrededor de ella como si se la fuera a llevar. Y Grania dijo: “He estado marchando por mucho tiempo con el tercer mejor hombre de los Fianna, y nunca se me ha acercado tanto como tú ahora”.

Y Diarmuid tomó su espada para matar a Ciach y hubo una gran ira en Grania al ver esto, y tenía ella un cuchillo en su mano y se lo clavó a Diarmuid en el muslo. Y Diarmuid puso fin al Fomor, y no dijo ni una palabra a Grannia sino que salió corriendo a través de la tormenta.

Y Grania fue siguiéndole y llamándole, pero él tenía mucha furia en él (1)
y no la respondía. Y finalmente, al romper el día ella le alcanzó, y entonces escucharon el llanto de una garza y ella le preguntó qué es lo que había hecho a la garza gritar.

“Dímelo –dijo ella - nieto de Duibhne, al que le di mi amor”, Y Diarmuid dijo: “Oh, Grania, hija del Alto Rey, mujer que nunca dio un paso correctamente, es porque está congelada hasta los huesos que grita así”. Y Grania le pidió perdón, porque él le estaba haciendo reproches, y esto fue lo que él le dijo: “Oh, Grania, del cabello hermoso, aunque seas más hermosa que el árbol verde florecido, tu amor pasa de largo tan rápido como la nube fría al comienzo del día. Y me estás pidiendo algo muy duro ahora”, le dijo, “y es una pena lo que me dijiste, Grania, porque fuiste tú la que me llevó de la casa de mi señor, de la cual estoy prohibido hasta hoy; y ahora estoy en apuros a través de la noche, inquieto en todos los lugares”.

“Soy como el ciervo salvaje, o como una bestia extraviada, yendo siempre y para siempre a través de largos valles; hay en mí una gran nostalgia de ver a alguno de los míos”.
“Dejé a mi propia gente que eran más brillantes que la cal o la nieve; su corazón estaba lleno de generosidad hacia mí, como el sol que está sobre nosotros: pero ahora me persiguen enfurecidos, a todos los puertos y a todas las playas”.
“Perdí a mi gente por ti, y a mi señor, y mis largos y brillantes barcos en todos los mares; perdí mi tesoro y mi oro; es hambre lo que tú me diste a través de tu amor”.
“Perdí mi país y a mi familia; a los hombres que solían servirme; perdí tranquilidad y afecto; perdí a los hombres de Irlanda y a todos los Fianna”.
“Perdí placer y música; perdí mi buen hacer y mi honor; perdí a los Fianna de Irlanda, mis grandes parientes, por culpa del amor que tú me diste”
“Oh, Grania, blanca como la nieve, hubiera sido una decisión mejor para ti que me hubieras dado odio, o bien gentileza al Cabeza de los Fianna”.

Y Grania dijo: “Oh, Diarmuid del rostro como la nieve, como la falda de las montañas el sonido de tu voz era para mí más querido que todas las riquezas del líder de los Fianna”.
“El azul de tus ojos es más querido para mí que su fuerza, y su oro, y su gran salón; la marca de amor en tu frente es mejor para mí que la miel en los arroyos; la primera vez que miré en ella fue más para mí que todo lo que tiene el Rey de Irlanda”.
“Mi corazón cayó entonces aquí y allí ante tu alta belleza; cuando viniste hacia mí, fue como toda la vida en un día”
“Oh, Diarmuid, de las manos hermosas, llévame contigo al igual que antes; es conmigo que la culpa está enteramente; dame tu promesa de que nunca me abandonarás”.

Pero Diarmuid le dijo: “Cómo podría llevarte de nuevo, eres una mujer de demasiadas palabras; un día le diste tu palabra al Cabeza de los Fianna, y al día siguiente a mí, sin mentira ninguna”
“Fuiste tú la que me separaste de Fionn, de manera que caí bajo la pena y la tristeza; y querías dejarme ahora a mí mismo, ahora que estaba lleno de afecto (por ti)”.

Y Grania dijo: “No me dejes ahora de esta forma, con mi amor que crece por ti siempre como las ramas nuevas de un árbol con el amable calor duradero del día”.

Pero Diarmuid no se rendía a ella y le dijo: “Eres una mujer llena de palabras, y eres tú la que me ha entristecido. Te llevé conmigo y me has apuñalado a propósito del hombre de los Fomor”.

La dramática Belbulben, co. Sligo, lugar de la muerte de Diarmuid

Entonces llegaron a un lugar donde había una cueva, con agua fluyendo bajo ella, y pararon a descansar; y Grania dijo: “¿Tienes en mente comer pan y carne ahora, Diarmuid?

“Verdaderamente los comería si los tuviera”, dijo Diarmuid.

“Dame entonces un cuchillo”, dijo ella, “y yo te lo cortaré”.

“Busca el cuchillo en la vaina donde tú misma lo pusiste”, dijo Diarmuid.

Ella vio que el cuchillo estaba en el muslo donde ella le había apuñalado, porque no se lo había sacado él mismo. Así que ella se lo sacó; y sintió la mayor vergüenza que nunca vendría sobre ella.

Entonces descansaron en la cueva. Y al día siguiente cuando volvieron a emprender el camino, Diarmuid no dejó pan sin romper como había hecho cualquier otro de los días como símbolo para Fionn de que le había mantenido su lealtad, sino que fue pan roto lo que dejó detrás de él.



Tristán e Isolda en una ilustración de Delville, una leyenda similar, junto con la de Lancelot y Ginebra


(1) Esta expresión es propia del gaélico, en el cual a este tipo de verbos se le suele incluir el “orm” (en mí), “ort” (en ti), etc.: “tengo hambre en mí”, “tengo furia en mí”, “tengo afecto en mí”, etc.

Las imágenes de paisajes son de nuestro último viaje a Sligo, a excepción de la construcción megalítica "La cama de Diarmuid y Grania" (una de las muchas) que pertenece a Anthony Weir.